viernes, 12 de noviembre de 2010

Mi amor...


Un día me pregunté...

Qué es el amor?
Qué me enamora?
Qué me llena la vida?

En muchas ocasiones sentí que quizás esas serían algunas de las preguntas sin respuesta que existen, sin embargo cuando hoy llegué a casa y encontré a mis padres, y sentí sus abrazos y besos, supe que eso era sin duda AMOR, amor puro...y fue aquella escena la que hoy me inspira escribir algunas cosas que anidan en mi alma y que pocas personas conocen...

Yo creo profundamente en el amor...creo en él y lo he sentido siempre...siento que mi amor es grande y trasciende las personas, abarca cada momento, cada lugar, cada espacio...
Amo la naturaleza en su esencia infinita...amo los animales, la tierra, esa nube infinita que surca los cielos...amo el mar que me regala su paz, su fuerza, su infinitud...amo el canto de los pájaros que visitan mi ventana cada mañana...amo el sol que me calienta y la brisa fresca que me acaricia mientras camino...

Amo las flores y los árboles cuya belleza me sorprenden y maravillan...amo las sonrisas de los niños, la mirada profunda de un anciano, un abrazo fuerte, un beso cálido...amo los te quiero escritos, dichos, sentidos...

Amo viajar por este mundo, recorrer caminos, conocer historias, conversar, aprender, escuchar una canción que me haga vibrar el alma, un poema que describa lo que a veces no sabe como expresar mi corazón...amo cada libro que llega a mis manos y que parece hablarme en cada página...

Amo cantar, bailar en libertad y con pasión, amo regalar una sonrisa, una palabra de aliento, una esperanza, una posibilidad, un abrazo, mis ganas, mi valentía...amo estar en servicio de los demás y saber que mi presencia puede hacer un poquito mejor la vida de alguien...

Amo mi familia, a mi padre que es mi fuerza, mi madre que es mi todo, mi más grande ejemplo de sabiduría, amor, entrega, bondad, fe y todas las cosas hermosas que habitan en el espíritu de un ser humano...amo a mis hermanas que son mis guías, que son mi apoyo, mis confidentes, con quienes comparto la vida y mis sueños...Amo a toda mi bendita familia, porque cada uno de ellos me enseña, me regala su cariño y me permiten expresarlo siempre...

Amo profunda e infinitamente a Dios, a mi todo, mi Padre, Amigo, Hermano, cuya presencia me acompaña cada segundo de mi existencia...porque siento su cuidado, porque me protege, porque ha guiado mis pasos, porque nunca me ha dejado sola y porque sé que todo lo que tengo se lo debo a EL y mi vida entera no alcanzaría para agradecerle por todo...

Amo amar, abrazar, entregarme, besar, decir TE AMO al dormir y al despertar...y amo desde ya la respiración del ser amado que ha de llegar a mi vida, imagino y amo su mirada en la mía, sus manos entrelazadas en las mías, mi cabeza apoyada en su hombro, su abrazo eterno, su voz dulce entonando una canción que conmemore ese día para siempre...

No sé como describir al amor...siento que resumirlo en palabras es imposible...su esencia es tan grande que no hay lenguaje humano capaz de capturarlo en las letras...yo sólo sé que puedo sentir el amor, que amo, que nací para amar, que eso me llena, me completa, me hace feliz...que no concibo mi vida sin amar...

Que la vida entera entregue latidos de amor, que tu corazón se conecte con su naturaleza que es el amor...solo siéntelo...y entrégalo...hagamos de cada experiencia, una experiencia de amor, de entrega, de fe...Hoye este mundo tenga más presencia de amor, porque fuimos capaces de entregarlo...porque decidimos un día convertir nuestra vida en una presencia pura del amor...

"Una vida con amor lo es todo..."

Nery

jueves, 11 de noviembre de 2010

Un sueño...

Cuando tuve en mis manos por primera vez un libro de Isabel Allende, supe que si algún día me dedicaría a escribir quisiera tener parte de esa maestría suya, que me permitía trasladarme a miles de lugares, conocer a los personajes de cada uno de sus libros, emocionarme con ellos, vivir sus historias, aprender de sus experiencias y disfrutar desde la primera, hasta la última de sus páginas todas las aventuras que envolvían cada historia...
Esa idea no ha dejado de rondar en mi mente...

Alguna vez leí en uno de sus libros que Eva Luna, una de sus protagonistas, a través de la cual empecé a encantarme con la pluma de Allende, decía que ella capturaba historias, escuchaba mucho y reservaba todo eso para luego plasmarlas en un escrito...

Hoy, a mis 27 años, intento atesorar en mi memoria todo lo vivido, hasta lo cotidiano que desde estos días ha empezado a sorprenderme...y así, a mis 40 años, sentarme cada 08 de enero a empezar un nuevo libro cada año....Sí, es ese uno de mis sueños escondidos y que hoy hago público...quiero escribir cada libro basado en una vivencia que haya llegado a mi vida y haya tocado mi corazón...

Quiero un día, poder entregarle a mis hijos el legado de mis escritos, que se encanten con el poder de las palabras como yo me encanté un día con ellas...
Y en esa espera, aprovecharé cada día para plasmar aquello que llega a mi vida y que por la sencillez o grandeza de lo sucedido, siento que vale la pena ser recordado siempre a través de unas líneas...
Sé que esos pequeños sucesos son los que más adelante inspirarán quizás las más bellas historias...
Amo leer...amo escribir...y este amor tiene caminos que estoy segura vienen cargados de sorpresas...
Nery

Lo que viene después de una tormenta...

“He navegado por oscuros lugares, por el miedo, la angustia, la tristeza, la desolación…sentí una opresión en el pecho que oprimía mi corazón….después de esa larga tormenta, he logrado ver una luz que me mostró un nuevo camino…aprendí que es posible trascender al propio dolor y convertirlo en paz y sabiduría…”

Durante algunos días tuve conmigo una serie de emociones que hace tiempo no vivía con tanta intensidad…la comparo con una tormenta, una muy fuerte, muy oscura, con ruidos profundos, hiriente, que pareciera no tener fin y la que no me permitía ver las cosas con la claridad que antes se vislumbraban.
Esos días me llenaron de dudas, de incertidumbre, de angustia, dolor y tristeza, hace mucho no sentía todas esas sensaciones juntas conmigo, me vi navegando en la oscuridad como en un ambiente muy parecido al vientre de una ballena, atrapada, sin saber qué hacer, me sentí débil, con las energías bajas, deseaba huir y no tenía idea a dónde…no sabía literalmente que hacer para dejar de sentir todo aquello.
Si alguna vez te has sentido así, podrás comprender que en esos instantes todo panorama se vuelve gris y solo anida una profunda tristeza que abarca el alma, quería sacar ese dolor que se concentraba básicamente en el centro de mi pecho, que provenía del corazón, y pasaron los días y el llanto aparecía a veces sin razón aparente, mis expectativas del futuro, el miedo a perder lo que quería, el sentirme sola y lejos de casa me inundaron y me metieron al fondo de un lugar que parecía no tener fin.
Recuerdo que incluso una noche, soñé que subía a un departamento ubicado en el piso 65 de un edificio, tenía miedo de subir, estaba todo muy oscuro y lo hice, luego me tocó bajar y esa sensación de vacío, de descender fue terrible, desperté asustada, sabía que había tocado fondo y no permitiría que esto se quedara un día más conmigo.
Aunque solo fueron días, para mí fue una eternidad permanecer así, sentía que el tiempo no acababa, que se detenía precisamente en un instante en el que anhelaba pasara rápidamente. Ningún argumento propio me valía, mi actitud positiva usada general en tantos ámbitos de mi vida se fue dejándome expuesta a todo, me sentí sola y decidí tomar acción respecto a esto, no permitiría que esto me ganara la batalla, no lo quería, no se quedaría conmigo.
Entonces, dejé de luchar contra lo que me pasaba, dejé de resistirme a ese dolor, me detuve un momento a pensar que me estaba produciendo esto, decidí no huir más y negar la presencia de esas sensaciones, solo me detuve a observarlas, a sentir, me permití llorar, sabía que el llanto traería algo a mi vida, no sabía qué, solo me permití sumirme de lleno en esa tristeza que venía, tenía la plena convicción de que se iría, luego de dejarme el mensaje que traía tras de sí.
Esa noche, pasaron muchas cosas, las señales empezaron a aparecer, al día siguiente vi publicado en el muro de mi cuenta en facebook la foto de un grupo de la parroquia que casualmente está cerca de casa, recordé que desde que llegué a Lima había deseado pertenecer a un grupo que me permitiera compartir en comunidad el amor a Dios, escuché esa señal, escribí y hace unos días fui a una misa que me dejó una experiencia en el alma difícil de explicar con palabras, sentir la presencia de tantas personas reunidas, llenas de amor para dar, conectados a lo más grande del mundo, Dios, me devolvió algo que había dejado olvidado. Encontré MI lugar, mi centro, lo que me mueve y sostiene, sentí una presencia tan grande, tan divina, que hasta hoy puedo entender que mi búsqueda no hubiera sido hecha sino hubiera atravesado por esos difíciles momentos.
También llegaron a mí libros, escritos, lecturas y palabras de personas queridas que no esperé leer ni escuchar jamás…me han abierto un mundo lleno de posibilidades, lo más increíble es que me volvió a conectarme con esa sensibilidad que me permite percibir con mayor claridad las cosas que suceden a mi alrededor, abrí literalmente mi corazón, y aunque ese proceso fue doloroso y difícil, me ha permitido reconocer mis propias heridas, lo que aún me falta por aprender, por crecer, me devolvió la conexión con lo divino de una manera que jamás volverá a ser igual, me lleno de paz, he sentido claramente que hay cosas en mí que no serán nunca iguales, y por todo eso, hoy, ya con las nubes más despejadas, puedo decir que siento una profunda gratitud por todo lo vivido y porque tengo la ligera sensación de que después, podré vislumbrar aún con mayor claridad el arco iris que me espera.
No neguemos el dolor, no le tengamos miedo, míralo y reconócelo, puede ser una llave, una señal de la vida para mostrarte que necesitas trascender, evolucionar, crecer…una vez que escuches su sabiduría, te dejará despacio, su regalo quedará por siempre en ti, y tu vida habrá alcanzado esa luz necesaria para seguir brillando con más intensidad que nunca.